Hay brazos inventados
con la forma de mi cuerpo,
flexibles,
como ?rganos de la noche
en abrazo.
Hay ojos
que perciben la luz
de mis voces obsesivas.
Penetran por los barrotes
de mis tristezas oxidadas.
Hay bocas
de llamarada h?meda.
Corazones tiernos,
Nucas dulces
para mi lengua desnuda.
S?lo existe
un rostro
con el cual me encuentro y me extrav?o.
Tan lejano,
que me vuelve los espacios
desiertos o poblados.
Quiten a esa mujer
la posibilidad de distraerse...
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