"En todo encuentro er?tico hay un personaje invisible y siempre activo: la imaginaci?n." (B.Sanchez Val)
Qui?n se atreve a desatarme?.
Qui?n quiere cortar mis amarras y las suyas
para perdernos en juegos laber?nticos?.
Qui?n me ensordece a las trampas de la cr?tica?.
Qui?n me desea todo el tiempo?.
Silencio. Sin respuestas...
No tengo miedo a perder el control. Que el deseo fluya por mis venas como un animal salvaje. Viaje sin retorno. Explosi?n de los sentidos.
No dudes de mi imaginaci?n. Segu? el rastro de esta pasi?n. Escuch? a este cuerpo que ciego busc? que lo acaricies, que lo encadenes.
Primitivo: piel contra piel.
No te pido que me salves. Atrevete a no juzgarme. Algo m?gico, sobrenatural, puede suceder en cualquier tiempo. Aunque el tiempo fuese demasiado tarde... No dejar?a de abrazarte, de tocarte. Nada en mi se apartar?a de vos.
Te veo...
En penumbras. Con m?sica.
Te deseo con una fuerza profunda, antigua...
Un hombre y una mujer enteramente desnudos (una c?mara?, un espejo?).
Un beso eterno. M?rame. Te permito que me toques con los ojos. Arr?ncame de cualquier espacio conocido. Ll?vame con tus ojos fuera de la ?nica dimensi?n que est? todos los d?as presente.
Hacete visible. Oc?ltate. Enloqueceme con tus opuestos. Dejame tener un poco de miedo por la incertidumbre.
Camin? por el l?mite de este pensamiento.
Atame con todo mi cuerpo extendido. M?rame. Abr?zame.
Atame con sogas y pas? lentamente un s?lo dedo por todo mi cuerpo. Segu? esta geografia de piel, deseosa de ser tocada por vos...
Dejame llorar de deseo.
Me bes?s y dej?s de besarme para que te suplique que sigas. Y volv?s cada vez m?s fuerte, besame, besame, besame...
Quiero:
besarte
lamerte
penetrarte,
ser abrazado,
ser atado y desatado con tus brazos...
sin fronteras...
Es inocente o perverso?. Est? prohibido?. Yo te permito.
Es un placer para m? sacar estas palabras que emiten mis pensamientos a modo de tabla de n?ufrago, de tentaci?n o promesa. Hacerte el amor significa reencontrar el deseo detenido y abr?r el ritmo salvaje de los cuerpos, el ritmo de tu cuerpo que cava un sitio de luz adentro de mi luz. Como un lazo de silencio que hace mi fuego.
No te r?as, pero oigo los sonidos orgasmales que son m?sica de mi cerebro. En la noche contemplo acostado las formas venidas para esta ceremonia.
Imaginame. Soy el recuerdo del que fu?. Soy el rastro que dejan estos pensamientos casi inocentes que tocan el l?mite de lo diab?lico, de lo maldito.
Soy la materia del deseo. Luz y silencio.
Yo te invito a que me muestres. Yo quiero ver que es lo que hac?s, c?mo hac?s para que sea m?s placentero que mi cuerpo y el tuyo acabando, recomience... Conmoci?n de im?genes, furor de sustancias pegajosas, noche antrop?faga alrededor de tu sexo para que nada ni nadie se acerque.
Dejame verte. Y te imagino y despierto en la abstracci?n m?gica que me ofrecen tus ojos extraviados.
Dejame verte mientras en un imp?dico lenguaje te cuento cada uno de los actos m?s inimaginables que acuden a mi cabeza. Actos que hacen que me torne incandescente.
Dejame verte, y mostrarte mi deseo de incendiarme en alguna otra uni?n posible.
Y si te gusta yo puedo besar tu boca hasta que que el dolor aparezca en olas de temblor y gemidos, hundida en mi boca que tiene sed de vos. Y despu?s abandonar mi cuerpo tibio muy cerca del tuyo para que sientas lo que hay en m?...
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