Se descubrió que el silencio es un agujero, una sombra que tiembla. Cuando muero, muero de muerte lejana: porque nuestra voz está más cerca del corazón que ciertas caricias petrificadas. En cada estrella, brillando en la noche, veo tus palabras. Y estas preciosas palabras, tus palabras de ojos abiertos, sólo alcanzan desencuentro en el silencio. Veo tu canción desnuda danzando en el feroz destino del agua salada. Veo tu canción del color de las pasiones, aplastando al silencio... siempre el silencio.
Tampoco es lindo decir: "te quiero hacer el amor", y escuchar el silencio del otro lado... más bien me hizo sentir la insoportable fatalidad de saber que hay silencio del otro lado. La soledad...
Alguien se maravillaba de que tuviera un agujero en la cara, precisamente en el sitio de la boca... hablo para abrir mi expresión, para liberarme de las paredes. Fluye, algo fluye, perras palabras. No existo, no existe nada, con excepción del diccionario. En otoño voy a ser más primaveral, no quiero que me abandonen en el silencio. Te darás cuenta que soy un muchacho literario en bruto, soy común y corriente, nada tengo de especial... te muestro, te demuestro la posesión de la palabra... Mi don, ese único don que por casualidad nos encontró aquel día... Cuando vos sin buscarme, me buscabas... Y sin quererlo, me encontraste. Y te encontré. Y en vos, encontré mi paz...
Aquí, en mi corazón, hay un jardín proyectado en palabras. Y bien sabés que no siendo el mejor, yo voy a estar siempre para escucharte, para entenderte, y si fuera posible, para alejar la tristeza y traer vientos de alegría hacia vos.
Te quiero, te adoro, te amo en tu silencio y en el mío. Te quiero cuando te leo. Te quiero mientras recuerdo nuestras conversaciones, nuestras risas, que se extendían hasta que tu sueño me empujaba hacia la vereda, porque los dos sabemos que yo no me voy hasta que me echen...
Un beso enorme, para llenar de música este silencio.
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