La ma?ana, tengo necesidad de hablar de ?sa ma?ana alimenticia.
De
desayunarme con tus besos, presente e inmediato. Nunca me acostumbro a
ser el centro de tus grandes ideas, de tus invenciones, de tus d?as.
C?mo liberarme de m?? Estoy aprendiendo a ?asumirlo?. De a poco me estoy
llenando de vos, de toda vos. Y me gusta, le sienta bien a mi alma. En
mi cama, fuego en la nieve, sacaste tus ra?ces de mi espuma, y ese ruido
escandaloso, s?lo era el susurro imperceptible de los besos. Inventaste
mi sonrisa, arrebatada del abismo del espejo. Te cant? con mis ojos,
con mi lunoso paisaje, con mi melancol?a en la garganta y mi cabello que
te enrosca dulcemente. Como fieras, detr?s de nuestros propios pasos,
nos comimos la boca uno al otro. Te hundiste en mi escalera al cielo, y
nos dilatamos a lo alto. Eternos... Cada segundo silbaba alguna gota
perdida de la lluvia contra el vidrio, y como antorchas, la m?sica de mi
costumbre, ahora tambi?n de la tuya: nuestra m?sica destellaba
transparente las caricias. Donde quieras que est?s, dame otra se?al,
otro apremio de tenerte, de haberte encontrado. Tu sorpresa me arroj?
sobre el firmamento, me hizo volar y ser feliz, instintivamente. Y
movido por tu aliento que qued? sobre mis labios, mord?
sonidos adversos, me re-cre? poderoso y valiente, y ahora voy m?s
contento por la vida. Me llen? de amor y de
risas, las tuyas; y as? no muero en esos momentos m?os, as? sobrevivo,
as? respiro, as? me
hallo, as? soy, as? estoy. Para que yo pueda cada d?a, una vez m?s, est?
la magia
de tu voz, de tu risa, de tus besos...
14 - 06 (escrito un lunes lleno, llen?simo de amor)